A mitad de camino






Este lugar pretende ser "una bocanada de aire fresco" para todo aquel que se acerque y participe. Un lugar de encuentro, donde se carguen las pilas con energía positiva.

Donde nos ayude a ver las cosas de otra manera, y por ende, nos haga disfrutar de la vida, nuestro mayor don.
Un sitio que te permita contactar con la naturaleza.

Trabajar los pensamientos, mejorar las emociones, disfrutar de sensaciones.... para conseguir ser feliz.

Ser positivo siempre pretende pues, dar "esa mano amiga" que en alguna ocasión todos necesitamos.







viernes, 27 de mayo de 2011

Dejar de fumar es fácil si sabes como.


Hoy contamos con el Testimonio+++ de mi amiga madrileña Chus, quien nos explica su método para alcanzar la libertad, para dejar de fumar y cómo lo consiguió. Somos muchos los exfumadores que ya lo hemos logrado. Tú también podrás.

Este es el título del libro de Allen Carr, que un día del mes de abril de 2001 curioseando en las estanterías de una librería de Madrid encontré. Le ojeé, miré su precio, 1.000 pesetas, y pensé si por 1.000 pesetas dejo de fumar, sería la mejor inversión de mi vida. Sin mucha fe lo compré, si no valía para nada, solo habría perdido 1.000 pesetas pero si el método funcionaba ganaría muchísimo.


En esa época llevaba tiempo deseando dejar de fumar, y aunque físicamente no sentía el daño del tabaco, psicológicamente empezaba a sentir una carga importante de complejo de culpabilidad, de mal ejemplo a mis hijos, del daño al fumador pasivo, etc.... y aunque tampoco era una fumadora empedernida, 15 cigarros caían todos los días. Y ya eran demasiados años envenenando mi organismo. Todas las noches mi último pensamiento era para el tabaco: “Mañana dejo de fumar” y con ese pensamiento me dormía. Al día siguiente cuando me levantaba, estaba deseando desayunar para fumarme mi primer cigarro, cigarro que me sabía a gloria, pero una vez consumido, empezaban los remordimientos, la autoestima por el suelo, las culpas, etc...., pero a la media hora ya se me habían olvidado todos los remordimientos y todos los buenos propósitos y volvía a fumar mi dosis diaria, que ya mas que un hábito era una verdadera necesidad.


Comencé a fumar de manera habitual pasados los 20 años, para mi época fui una fumadora tardía, mis amigas llevaban fumando desde los 16 y 17 años, pero una vez di una calada y no me gustó y por eso yo era la única de toda mi panda que no fumaba. Eran los años 70 y fumaba todo el mundo, porque estaba bien visto, era muy “chic” y los anuncios te invitaban continuamente a saborear el humo del tabaco. Entonces no se hablaba del daño del tabaco, más bien lo contrario, fumar era moderno y tener un cigarro en la mano te hacía una mujer actual. Y así poco a poco, por estar en la “onda”, comencé con este maldito vicio, que al principio te da placer pero poco a poco se va apoderando de ti hasta hacerte su esclavo y entonces deja de ser un placer para convertirse en una necesidad.

El libro me enganchó desde la primera página. Está escrito por un ex-fumador, que llevaba cerca de 40 años fumando y el mismo se definía como un fumador empedernido que siempre pensaba que jamás sería capaz de dejar de fumar. En los primeros capítulos, antes de comenzar con el método que le y me salvó de la esclavitud, va describiendo situaciones que todo el que ha sido fumador se siente identificado con ellas y eso es lo que hace que la lectura te vaya enganchando. Además lo primero que te dice es que no te va a dar la paliza con el daño que hace el tabaco, que eso, a estas alturas todos lo sabemos y el libro no trata del daño del tabaco, sino como abandonar ese hábito.

Página tras página me iba mentalizando a tomarme en serio el hecho de dejar de fumar ya que mientras lees el libro te permiten seguir fumando. Solo tienes que dejar de fumar el día siguiente de leer la palabra fin. Y ese día llegó fue el 15 de abril de 2001, y ese día me convertí en una ex-fumadora y cambió mi vida por completo. Se acabaron los remordimientos, mi autoestima se disparó, estaba contenta conmigo misma y por supuesto el tabaco dejó de ser mi último pensamiento nocturno.

¿Que si lo pasé mal?. Pues realmente no mucho, porque el método del Dr. Carr funcionó y es lo que me valió para cuando me entraban los deseos de fumar, superarlo.

¿En que consiste el método?. Lo primero que quiero decir es que dejar de fumar es un acto de la voluntad. Tienes que tener un firme deseo de dejar de fumar y ser consciente de que tu y solo tu eres el que mandas en tu cerebro, y que si tu quieres tu puedes.


Pero lógicamente hay que saber como y en eso consiste el método. Es algo muy sencillo y quizá algo infantil pero que a mi me valió para decir adiós al tabaco para siempre.

Hay que imaginarse que cuando ya te has convertido en fumador, toda la nicotina que te has metido en el cuerpo se ha convertido en un pequeño monstruo que albergas en tu interior, que te domina y que es insaciable. Cada vez quiere comer mas porque cuanto mas come mas grande se hace y cuanto mayor es mas poder tiene sobre ti. Su comida os habréis imaginado cual es: la nicotina. Como os he dicho es insaciable, continuamente pide comida y tu sea la hora que sea, llueva o nieve, se la das. El día que decides dejar de fumar el monstruo deja de comer y cuanto menos come no solo deja de crecer sino que se va haciendo mas pequeño. Al principio protesta, tiene hambre y te pide, pero tu no le haces ni caso, te le imaginas rabiando dentro de ti y tu mentalmente le dices, rabia, rabia, que te va a dar igual, no te voy a alimentar mas y llegará un día que desaparezcas por falta de alimento. Y esta escena que acabo de describir la tienes que visualizar e imaginarte en cada ataque que tiene el monstruo pidiéndote comida, como va menguando y siendo muy consciente que tienes que ser implacable ante los gritos del monstruo porque se se te ocurriera solo darle unas miguitas (una calada), cogería tal fuerza que en el próximo ataque te sería mucho mas difícil negarle el alimento.

Cada día que pasa y no le has dado comida, este se va haciendo mas pequeño, pequeño, pequeño, y según va menguando se va debilitando y cada vez tiene menos ataques y menos fuerzas para pedir comida con lo que tu vas ganando terreno porque ahora eres tu el que dominas al monstruo y no el a ti.

Y llega un día que el monstruo está tan débil y tan pequeño que se desmaya y se cae al suelo, ya no está de pie, ya no da saltos, ahora está tumbado, se ha rendido, ya no pide comida, solo muy de tarde en tarde pero está tan débil que sus ataques solo duran segundos. Se puede decir que has ganado la batalla al monstruo.

Pero ojo, no hay que bajar la guardia nunca, NUNCA, porque este monstruo no muere nunca, se queda inconsciente, pero vivo y si después de muchos años de esta situación, un día confiado decidieras fumar un solo cigarro, estarías perdido de nuevo, porque esa pequeña comida sería el detonante que lo despertara y te empezara a pedir toda la comida atrasada. Por eso el día que decides dejar de fumar tienes que tener muy claro que dejas de fumar para SIEMPRE.

Pues esta es mi historia y este es el método que yo empleé, y que tan buenos resultados me dio, ya que me permitió dejar de fumar sin apenas “mono” y disfrutando al ver consumirse al monstruo que durante años me había dominado.

Chus.

Chus me comentaba hace pocas fechas: “Espero que esta historia sirva para que aunque solo sea un seguidor de este blog se anime a ponerla en práctica y pase al bando de los ex. No os podéis imaginar lo que es convertirse en ex. De verdad, la vida toma otro color. No vale con que yo os lo diga, tenéis que experimentarlo para darme la razón.” La voluntad está en el cerebro. Solo tú eres su dueño.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Ay, que bonita es esta Vida


Pongo esta canción tan positiva, de Jorge Celedón, porque me gusta y me inspira como espero lo haga con quien la escuche.

Que bonita es esta vida, aprovéchala al máximo.



Me gusta el olor que tiene la mañana
Me gusta el primer traguito de café
Sentir como el sol se asoma a mi ventana
Y me llena la mirada de un hermoso amanecer
Me gusta escuchar la paz de las montañas
Mirar los colores del atardecer
Sentir en mis pies la arena de la playa
Y lo dulce de la caña cuando beso a mi mujer
Se... se que el tiempo lleva prisa
pa' borrarme de la lista pero yo le digo que:
Ay que bonita es esta vida
Aunque a veces duela tanto
Y a pesar de los pesares siempre hay alguien que nos quiere
Siempre hay alguien que nos cuida
Aya yayay...que bonita es esta vida
Y aunque no sea para siempre
Si la vivo con mi gente
Es bonita hasta la muerte con aguardiente y tequila

Brindemos por la vida es linda
Quiérela quiérela

Me gusta escuchar la voz de una guitarra
brindar por aquel amigo que se fue
sentir el abrazo de la madrugada
y llenarme la mirada de otro hermoso amanecer..

Se, se que el tiempo lleva prisa
pa borrarme de la lista
pero yo le digo que....
Aya yayay que bonita es esta vida
aunque a veces duela tanto
que a pesar de lo pesares
siempre hay alguien que nos quiere
siempre hay alguien que nos cuida...
Aya yayay que bonita es esta vida
y aunque no sea para siempre
si la vivo con mi gente
es bonita hasta la muerte con aguardiente y tequila. (bis)

Hacer la prueba y oírla un día que esteis tristes, que no os hayan salido bien las cosas. Oírla escuchando y sintiendo la letra, la música,el ritmo...
y salís diciendo.. ay que bonita es esta vida!!

Jabo ( dedicada a todos los que sabeis vivir)

domingo, 22 de mayo de 2011

Nueve de abril de 2005



Hoy contamos con el Testimonio+++ de mi amigo vizcaíno, Fernando, del bloghttp://rincondeljoker.blogspot.com/. Nos cuenta la relación que tuvo con su padre y el final del mismo, en 2005. Es un relato duro, emotivo que encierra un gran mensaje y del cual se extrae una gran lección. Os lo recomiendo.



Mi relación con mi padre siempre fue muy tensa, incluso hubo un momento en mi vida en que llegué a la conclusión de que éramos incompatibles. Por esa razón, y después de infinidad de discusiones también llegué a la conclusión de que no le quería.Esta última era mas bien un "consuelo engañoso"para mi mismo; le quería, claro, pero mas bien por todas las vivencias que tuve con él en mi niñez, aunque no fueron tampoco especialmente buenas.


¡Qué cosas nos guarda a veces el destino!. Hacía escasos meses que había perdido a mi madre (pobrecilla). Me encontraba en un bar, precisamente hablando con un amigo de lo difícil que nos lo estaba poniendo mi padre; le dije: Me duele decirlo, pero lo mejor que le podía pasar a mi padre es que muriera, me está amargando la vida.


Salimos del bar y sonó el móvil. Era mi hermana. A mi padre le acababan de diagnosticar un cáncer de pulmón y le daban mes y medio de vida, como mucho...

Lo cierto es que en ese momento me sentí cruel, y en cierto modo hasta culpable, por lo que dije minutos antes.


Los días posteriores, fueron muy duros. Lo fuimos a buscar a Extremadura; lo trajimos en mi coche. El tratamiento de ésta enfermedad y ver decaer de esa manera a alguien es para corazones fuertes.

Tal y como nos advirtieron, la enfermedad avanzaba a pasos agigantados.

Para sus últimos días, conseguimos que le admitieran en un centro de enfermos terminales. La atención era muy buena.

Sólo somos dos hermanos y los turnos eran matadores: Veinticuatro horas cada uno.

Aquella mañana, del día nueve de abril, llegué como en anteriores, para que mi hermana marchara a su casa y descansar para hacer su turno al día siguiente.

Me lo advirtió: Está como nunca, dice que quiere escapar, que aquí le quieren matar. Se lo comentó a la psicóloga y ésta le advirtió que le diéramos la razón, que marcharía, pero que hasta el lunes no se podían hacer los papeles para el alta (era sábado), el lunes ya se pensaría algo.


Nada más salir mi hermana por la puerta, me dirigí hacia él. Miraba por la ventana: Me voy, decía; si me ayudas, bien, si no, me escaparé yo solo. Intenté disuadirle, quitarle esa idea. Se volvió; me miró con una cara de odio, que aún sigo viendo en mis pesadillas...Cuanto más intentaba calmarlo, peor se ponía...Fui hasta el enfermero que en ese momento estaba de guardia y me dijo que si seguía, le pondrían un calmante...Para cuando volví a la habitación la cosa estaba peor aún: Ya por entonces mi padre no se podía levantar y menos aún, andar. Pero sin entender cómo, se había desplazado hasta la silla de ruedas.


¿Entonces no me ayudas?, haz lo que quieras – dijo. Y con la misma se levantó, y ante mi incredulidad se dispuso a ponerse las zapatillas. Yo estaba convencido de que en segundos se volvería a sentar por agotamiento, así es que le ayudé a ponerse las zapatillas. No pude creer lo que veían mis ojos, salió andando de la habitación; yo caminaba a su lado, ni siquiera le podía ayudar porque no me dejaba. Al salir de la habitación le hice una señal al enfermero. Le tuvimos que meter a la fuerza en la habitación. Los minutos siguientes fueron terribles. Le tuvieron que pinchar varias veces, pero su ira en ese momento era tan grande, que nada le calmaba.- Le hemos puesto calmantes como para dormir a un elefante, no puede tardar en dormirse. Desprende tanta adrenalina que neutraliza cualquier calmante - dijo.


Se equivocaba. Mi padre por entonces me gritaba: Ya me han drogado, ¿lo ves?, y tú qué haces ahí, también estás con ellos. ¡Vete!...

Los gritos seguían y cada vez eran peores y más ofensivos.


Vinieron varios celadores, creo recordar que cuatro mas el enfermero para atarlo. Me mandaron salir de la habitación. Salí, no sin antes ver como mi padre sacudía un puñetazo a un celador.

Para cuando volví a entrar, la escena era horrible. Mi padre estaba totalmente atado a la cama. Le rodeaban correas por tórax, brazos, piernas....!Vete!-repetía-¿Para qué te quiero aquí ya?-Márchate.


El resto del día no me volvió a dirigir la palabra. Tampoco en los días posteriores. Mi hermana, que veía esto, y se daba cuenta de lo que me dolía, en una ocasión le intentó convencer de que yo no hice nada por mal de él. A duras penas consiguió que me besara, pero no fue un beso en sí: Tan solo puso sus labios en mi cara con resignación.


Diez días después falleció.

Eso es lo último que oí de mi padre.


Todavía hoy me persiguen pesadillas, que de alguna manera me dicen que no quedé en paz con él.

Fernando. (15 de octubre de 2006)


Fernando me transmite que quisiera que éste duro texto que escribíó pudiera servir para dos cosas:

- La primera es para aquell@s que fuman; para que vean una pequeña parte de lo que se puede llegar a vivir con una enfermedad así, causada por el tabaco.

- La segunda creo que es más factible; y es que si tenéis hijos, sepáis siempre premiarles, valorarles, las cosas que hagan bien, y no caigáis en el error de, pretendiendo "educarles", decirles sólo lo que hacen mal.

viernes, 20 de mayo de 2011

Ladrón de dicha (cuento Zen)


Cuenta una antigua leyenda que un anciano sabio vivía en las afueras de una pequeña ciudad de provincia. El hombre era muy conocido no sólo por su sabiduría, sino también por su buena suerte.


En la misma ciudad vivía también un joven que, aunque fundamentalmente honesto, estaba constantemente en pos de la suerte, la fama y la riqueza. Sin embargo, pese a todos sus esfuerzos, la "diosa vendada" no quería sonreírle. El joven ya no sabía qué más hacer y estaba al borde de la depresión, cuando se le ocurrió ir a ver al sabio para pedirle cuál era el secreto de su éxito. En efecto, todo lo que precisaba, el sabio lo tenía. Y todo lo que emprendía le salía redondo. No le faltaba hogar, ni comida, ni ropa. La gente le amaba, respetaba y veneraba. No carecía de riqueza espiritual, pero tampoco de medios materiales.


Aquel día el joven se levantó muy pronto para evitar las colas interminables de personas que iban a pedirle consejo al anciano. Se vistió con sus mejores vestidos, se arregló y llegó a la morada del sabio. Llamó al portal. El sabio le abrió y, amablemente, le recibió en su casa. Una vez terminadas las presentaciones formales, el joven fue directamente al grano y dijo:

- La razón de mi visita es sencilla: querría saber tu secreto para vivir tan holgadamente. Verás, he notado que no te falta nada, mientras a mí me falta todo, y esto es a pesar de mis esfuerzos y buena voluntad. También he notado que mucha gente posee bienes materiales, pero son infelices. En cambio a ti no te falta tampoco la felicidad. Dime, ¿cuál es tu secreto?

El sabio le miró interesado y sonrió diciéndole:


- Mi respuesta también es sencilla: el secreto de mi buena suerte es que yo robo...


- ¡ Lo sabía ! -exclamó el joven- habría tenido que deducirlo yo mismo. ¡ Ese era el secreto !

- ¡ Espera ! Todavía no he acabado -dijo el anciano- pero el joven ya había salido corriendo exultante. El santo intentó darle alcance pero no pudo, por lo que regresó imperturbable y calmadamente a su casa.


Tras la visita al sabio, la vida del joven cambió radicalmente: empezó a robar aquí y allá, a revender las cosas sustraídas a los demás y a enriquecerse. Cometía toda clase de hurtos: robaba animales, cosas, dinero e incluso entraba a robar a casas. La fortuna parecía haber empezado a sonreírle, pero al cabo de un tiempo fue capturado por las autoridades. Fue procesado por numerosos delitos y condenado a cinco años de dura cárcel. Durante su estancia en la prisión tuvo tiempo de meditar y llegar a una conclusión. Según sus deducciones, el anciano se había befado de él, y más idiota había sido él mismo por seguir tan necio consejo. Se prometió que una vez salido de ahí, volvería a ver al anciano para darle su merecido.

Los años pasaron y el joven fue puesto en libertad tras pagar su deuda con la sociedad. Nada más recobrar su libertad, ni siquiera pasó por su casa, sino que se fue directamente a la residencia del sabio. Tras llamar impacientemente a la puerta, el sabio abrió.


- Ah, eres tú -le dijo-.


- Sí, soy yo y he venido para decirte lo inútil que eres, viejo tonto. ¿Sabías que gracias a tu consejo me he pasado los últimos cinco años de mi vida en la cárcel? Si todos los consejos que das son así, menudos imbéciles que tenemos que ser los que te escuchamos.


El anciano le prestaba atención con paciencia, y cuando la rabia del joven remitió, así le contestó:

- Comprendo tu rabia. Pero el artífice de tu desdicha eres tú y solamente tú, sobre todo por tu incapacidad de escuchar. Cuando viniste aquí hace cinco años, te dije la verdad, te dije mi método para asegurarme la dicha, solo que tú no quisiste oír más y entendiste lo que quisiste. Cuando te dije que yo robo, era verdad, solo que no robo a los humanos. Robo aire, luz, agua y energía. Robo "chi". Verás, robo al Tao porque el Tao es vacío y utilizándolo nunca rebosa, se vacía sin agotarse y su función no se agota nunca.


Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio

Jabo

miércoles, 18 de mayo de 2011

Cambiar las Velas.


Jabo ( dedicado a mi amiga Marisol, de Berlín)

domingo, 15 de mayo de 2011

CUATRO MESES DESPUÉS



Marina, mi amiga de Béjar salamanca, nos acerca un testimonio+++ distinto a los anteriores, utilizando la técnica del cuento, que tanto me gusta, para acercarnos a un tema vital, la enfermedad de la polio. Es un cuento, positivo, que nos ayuda a entender que si alguien cree firmemente en algo, puede conseguirse. Gracias Marina.



Al bajar las escaleras del parque que le conducían a su casa, Ángela pisó mal, escuchó el chasquido en su pierna apenas un segundo antes de agarrarse fuertemente a la barandilla. No llegó a caer.

Las piernas ya no la sostenían y su cuerpo empezó a temblar de forma convulsiva. En su cabeza empezó a tomar forma la idea de que algo muy grave le había pasado.

Así fue, el fémur de su pierna derecha, en la que tenía las secuelas de la polio, había estallado y miles de esquirlas de hueso se estaban clavando en su músculo. El dolor era insoportable y el frío intenso.

La ambulancia la llevó al hospital. Las pruebas eran lentas y los desplazamientos insufribles. El médico alto y fuerte la miró dándole cierta tranquilidad, entonces cogió su pierna, la alineó y recorrió con ella las dependencias del hospital; Ángela pensó que nunca le olvidaría y nunca le olvidó, mucho tiempo después fue al hospital a darle las gracias. Él tampoco la había olvidado.

La escayola sólo dejaba al descubierto unos dedos tristes y solitarios, pero, al menos, ya no temblaba.

Mª Rosa tenía un bultito en la mano que no le gustaba nada a su médico, la convenció para operarlo. El día de la revisión le contó que era amiga de Ángela, a la que él había escayolado la pierna.

· Ángela no volverá a andar, con su problema de polio y cuatro meses de escayola la pierna perderá toda la fuerza. Será duro.

· Disculpe doctor, ¿Usted se lo ha dicho a ella?

· No claro.

· Pues no se lo diga. Me alegra decirle que no la conoce. La verá andar en cuanto le quite la escayola.

Durante tres meses Ángela tomó toda clase de calmantes, sin que ninguno le hiciera demasiado efecto. Leyó todos los libros que entraban por puertas y ventanas. Vio todas las películas que tenían amigos y conocidos. Comió bombones de todos los colores y sabores, no tenía ni idea de que pudiera haber tantos…

Al inicio del cuarto mes, un ATS le propuso ponerse un tacón para comenzar a andar, sin consultar al médico, ya que era un procedimiento habitual. Ángela ni se planteó lo contrario, ella en ningún momento pensó que no podría hacerlo. Se puso su tacón y poco a poco comenzó a andar. Cuando llegó al mes siguiente a la consulta a quitarse, por fin, la escayola, el médico no podía dar crédito a lo que veía; Ángela entró andando a la consulta con los zapatos en la mano. Pensaba ponérselos en cuanto liberasen su pierna.

El médico cogió la pequeña sierra eléctrica para cortar la escayola.

· Por favor despacio que me da pavor.

· Jajajajajaja, por dios, pavor es lo que te ha pasado, esto es una tontería.

Cuando el médico terminó Ángela se puso, con mucho trabajo, sus zapatos y salió caminando de la consulta, por supuesto, con mucha dificultad. Después de una larga y dolorosa rehabilitación, que aguantó con estoica impaciencia, Ángela volvió a su vida normal. Ahora tenía que andar con una muleta, pero andaba, igual que siempre. La muleta la tomó como un efecto colateral sin demasiada importancia.

Su médico aprendió dos cosas: Primero que, evidentemente no la conocía, ni sabía de su fuerza de voluntad y segundo que si alguien cree firmemente que puede hacer algo, lo hará.

Marina Hernández Martín

Fotos: Marina. Camino al cielo y ella misma.

Gracias Jabo por tener un blog donde podemos contar y escribir testimonios e historias en positivo. Yo creo firmemente en el poder de la VOLUNTAD. Cierto que hay veces que las cosas no salen como nosotros queremos, pero que no sea nunca por no haberlo intentado con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra voluntad.

jueves, 12 de mayo de 2011

Medios de Ser Feliz

Jabo

Foto: alcatraz en Getaria, recientemente.

martes, 10 de mayo de 2011

El tren de la vida

He encontrado una joya de vídeo en la red. Está realizado por FredyAroste, y viene a expresar de una manera muy real lo que es la vida.

La vida no es más que un viaje por tren. Repleto de embarques y desembarques; salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques y profundas tristezas en otros.

Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas que creemos estarán siempre con nosotros en este viaje: nuestros padres.

Lamentablemente, la verdad es otra. Ellos se bajarán del tren en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y de su compañía irremplazable.

No obstante, eso no impide que se suban otras personas que serán muy especiales para nosotros.

Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.

Unos encontrarán en el tren un simple paseo; otros hallarán solo tristeza y otros estarán siempre listos para ayudar a quien lo necesite.

Muchos al bajar dejan una añoranza permanente. Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta de que desocuparon el asiento.

Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Se nos obliga a hacer el trayecto separados de ellos. No se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos.

Pero lamentablemente ya no podremos sentarnos a su lado, pues habrá otra persona ocupando el asiento.

No importa, el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños; fantasías; esperas y despedidas.. pero jamás de regresos. Entonces... hagamos este viaje de la mejor manera posible.



Jabo

domingo, 8 de mayo de 2011

Necesito amarme.

Necesito amarme, de Alejandra Guzmán

Hace poco tiempo una buena amiga me indicaba que volvía a expresarme a través de canciones. Y es así, ahora he encontrado esta maravilla de canción positiva que comparto con vosotros, letra y música no tiene desperdicio.

NECESITO AMARME

SON MUCHAS HERIDAS LAS QUE TENGO QUE CERRAR

SON MUCHAS CANCIONES LAS QUE TENGO QUE CANTAR

NECESITÓ DETENERME Y PENSAR, ES INEVITABLE

SOY UNA PERSONA QUE AUNQUE PIERDA

VUELVE A DAR

GRITO QUE SOY FUERTE CUANDO TODO ESTA TAN MAL

NECESITO REINVENTARME UNA VEZ MÁS

NECESITO DETENERME Y MI ALMA RESCATAR

NECESITO CONVENCERME, PERDONAR

NECESITO AMARME PARA AMAR A LOS DEMÁS

NECESITO AMARME Y DEJARME DE ENGAÑAR

NECESITO ESTAR CONMIGO ESCUCHAR MI CORAZÓN

LIBERARME NECESITO, SE QUE PUEDO

NECESITO AMARME YA NO ME CONOZCO

YA NO HAY NADA EN SU LUGAR

COMO FUI PERDIENDO FE CAYENDO EN ESPIRAL

NECESITO REPONERME, RESPIRAR

NECESITO DETENERME Y MI ALMA RESCATAR

NECESITO CONVENCERME, PERDONAR

NECESITO AMARME PARA AMAR A LOS DEMÁS

NECESITO AMARME Y DEJARME DE ENGAÑAR

NECESITO ESTAR CONMIGO, ESCUCHAR MI CORAZÓN

NIVELARME NECESITO SE QUE PUEDO….


Jabo ( para los que necesitamos un alto en el camino)

viernes, 6 de mayo de 2011

OTOÑO


OTOÑO

Después del post tan emotivo y conmovedor de Luna, pero al mismo tiempo tan ilusionante y ejemplar, he creído conveniente poner unas escenas relajantes y qué mejor que el otoño desprendiendo las hojas de los árboles.

Periodo de renovación, de cambio, de toma de decisiones, el otoño se caracteriza por librarse los árboles de hoja caduca, de sus hojas, para en la primavera volver a brotar.

Con las personas ocurre algo parecido. Los pensamientos negativos tenemos que sacarlos de nuestra mente, cual hoja que cae en otoño, para provocar la limpieza y renovación interior de nosotros mismos.

Jabo (dedicado a Luna)







Foto: hayedo en Navarra.

martes, 3 de mayo de 2011

Empiezo a Ser Feliz.




Hoy contamos con un testimonio+++ duro, emotivo, desgarrador, pero a la vez esperanzador, ilusionante y que da una gran lección de vida. Mi amiga catalana Luna se abre con nosotros y nos relata cómo ha sido su vida. Para mi, es una auténtica triunfadora y merece el mayor de los aplausos.


Me separaron de mis padres y hermanos por motivos que aún me cuestacomprender. Me crié con mis abuelos paternos.

A los 8 y a los 12 años, sufrí abusos sexuales que condicionaron mi vida.

La condicionaron desde que sucedieron. Cambiaron mi mentalidad de niña alegre y extrovertida, por la de una niña temerosa, apagada y solitaria.
Con miedos, con fobias, reacciones y comportamientos diferentes.
Crecí con el rechazo de mis compañeras de colegio.
Crecí con el rechazo e incomprensión de mi propia familia que ni sospechaba, o no querían sospechar, que era lo que estaba pasando en casa y acrecentaban mi introversión y dolor.

Me encerré en la lectura y la escritura, fueron mis grandes aliadas. Los libros y la soledad.
Mis visitas a los cementerios eran frecuentes y largas. A cualquier hora. No me daba miedo. Hasta casi los treinta años he seguido realizando esas visitas. Me sentía mejor entre los no vivos físicamente. No me hacían daño.

Mi camino tras los abusos fue abrupto y escabroso, promiscuidad, prostitución, drogas, anorexia y bulimia, relaciones de pareja violentas y tormentosas, un intento de suicidio. Y mucha soledad e incomprensión, muchísima.

He llegado a vislumbrar vertientes de los seres humanos horribles y tenebrosas. El mundo en el cual aprendes a moverte tiene un lado muy oscuro. Incluso en tu propia familia puedes observar muchas tinieblas.

Pero nunca me han gustado las cadenas. Eso ha sido lo que me ha salvado.
No me gusta que me aborreguen.
No me gusta que me dictaminen como tengo que vivir y como tengo que pensar. Ni la sociedad, ni la tele, ni mi familia, ni lo hechos acontecidos que tanto me han marcado. Ni eso siquiera.

Por eso, yo sola, sin ayuda de nadie, siempre he luchado, sin ser consciente hasta ahora de ello, por mi libertad.
Mi libertad como persona ante todo, mi derecho a conseguir mis sueños, mi familia que no tuve.
Una vida normal, o la que yo considero normal. Una vida, en definitiva, no una supervivencia, que es lo que yo tenía.

¡Me han arrebatado mucho los abusos, muchísimo, parte de mi infancia, de mi adolescencia y de mi juventud!.


Por suerte, nunca me rendí, no me he rendido, ni pienso hacerlo.

Ahora soy una adulta de 39 años y sí, aún arrastro algunas secuelas directas de los abusos y soy consciente que siempre formaran parte de mi.
Pero cada dia es un paso más, cada dia es una meta alcanzada para seguir aprendiendo a convivir con ellas y no permitir que me pisen terreno.

Tengo un marido que me adora y al que amo y que es una bellísima persona. Tres hijos preciosos y cariñosos que son lo mejor del mundo ¡y vamos a por uno o dos más!
Unas ganas imensas de seguir realizando mis sueños, de seguir ganándole batallas a la vida, de vivir mi vida sin condicionamientos ni yugos de nadie ni de nada.

Quiero realizar mis sueños, ¿porque no?
Tengo el mismo derecho que cualquiera a pesar de todo lo malo que he pasado, de todo lo malo vivido, visto y oído.
Al igual que el estudiar te da unos conocimientos, la vida y sus experiencias también te los dan y te ayudan a crecer como persona.

Me gusta la persona que soy ahora mismo y en la que me ha convertido mi propia vida.

Puedo decir con claridad, que empiezo a ser feliz.


Fotos: Luna


Estoy un poco cansada de tener que esconderme siempre, el hablarlo, el sacarlo a la luz, reconocer y asimilar lo que ha pasado en tu vida, forma parte importante de la sanación, me comentaba hace poco Luna.

domingo, 1 de mayo de 2011

Madre no hay más que Una




Hoy es un día especial en España, pues celebramos el día de la madre, además del día del trabajador.

Poco que celebrar respecto al trabajo, con casi 5 millones de parados en nuestro país.

Mucho que celebrar respecto a las madres. Si hay algo que nos une a todos, es que la naturaleza dicta que sea una madre la que nos trae al mundo, y nos lleva, alimenta, oxigena y cuida 9 meses en su vientre.

Las madres se merecen el mayor de nuestro respeto, por eso quería dedicarles a ellas este post, en reconocimiento a todo lo que hacen por sus hijos.

Felicidades a TODAS las madres.

Jabo

Foto: madre junto al roble del Bocal, en Navarra, con 350 años de antigüedad, hoy.